Una vez se han obtenido las autorizaciones administrativas pertinentes, ya en el campo, conviene tener en consideración dos recomendaciones básicas que garantizan la eficacia de Collarum. La manipulación ha de hacerse con guantes de goma para evitar impregnaciones de rastros no deseadas. Por otra parte, no es esencial que la instalación de Collarum se realice en lugares de paso de zorros, ya que el atrayente mantiene su efecto a gran distancia. En cambio sí resulta imprescindible que el dispositivo quede dispuesto de forma que al cebo se acceda frontalmente. Por lo tanto una roca cerrando el paso puede resultar un lugar adecuado.
En primer lugar fijaremos el muelle extensor al soporte mediante la inserción del extremo del muelle en el perfil de la base, sujeto entre el orificio y el rebaje paralelo al mismo.
Seguidamente se monta el soporte presionando los brazos lanzadores hasta describir un giro de 180 grados en la dirección opuesta a la que se encuentra. El eje debe quedar plegado y retenido sobre el resorte disparador.
Ahora es el momento de colocar el cebo, se recomienda la utilización de un trozo de embutido o similar por sus cualidades de resistencia y perdurabilidad. La porción ha de colocarse verticalmente sobre el resorte disparador, asegurada con una de las bridas suministradas. De manera alternativa puede operarse por usar atrayentes específicos en un algodón impregnado, introduciéndolo en la goma incluida y sujetándolo con una brida al disparador.
Antes de anclar el lazo al terreno conviene asegurarse de que ningún objeto o desnivel obstaculiza las partes desplegables del dispositivo. Para la fijación al suelo utilizaremos los 3 clavos suministrados con el paquete de Collarum.
Seguidamente procederemos al montaje del lazo sobre el soporte. Con el tope del lazo posicionado a mano izquierda y colocado por encima del brazo lanzador situar la chapa de retención en el centro del soporte alineado con el cebo, el cabo del lazo habrá de pasar bajo el muelle extensor y por la ranura del soporte. Después se inserta el lazo metálico en las respectivas hendiduras de los brazos lanzadores. Finalmente queda asegurar el lazo al suelo.